El Irán islámico es muy fuerte en este momento y está preparado para mostrar a EEUU lo que significa una auténtica guerra, si lleva a cabo un acto de locura contra Irán.[...]Todo comenzó hace unos días cuando EEUU, Canadá, y Reino Unido impusieron sanciones económicas a Irán debido a su programa nuclear. Éste, a su vez, respondió con más amenazas asegurando que cortaría uno de los principales pasos de petróleo a occidente.
Los que amenazan a la nación iraní deben decidir hasta que punto están dispuestos a sacrificarse y cuántos de ellos están dispuestos a morir. También deben saber por cuánto tiempo podrían soportar una guerra y en qué medida tolerarían ver hundirse a sus buques de guerra y tener claro como se van a proteger de los golpes destructivos y poderosos de los misiles y cohetes de Irán.
Por otro lado está la disputa con Israel, poseedor de bichos atómicos y archienemigo de los iraníes. Netanyahu está dispuesto a ir a la guerra, con o sin su aliado EEUU, con tal de frenar el avance armamentístico de Irán.
A este panorama hay que sumarle la creciente tensión con Reino Unido debido al asalto de la embajada británica en Teherán, por lo que no se mostraría reacio a ayudar a los estadounidenses en caso de conflicto.
Pero no acaba así la cosa. Ahmadineyad, presidente iraní, está molesto debido al escudo antimisiles que la OTAN está montando, y del que España forma parte, ya que piensa que está al servicio de Israel y amenaza con destruir uno de los radares en Turquía.
Además, se da la situación de que Rusia es aliada de Ahmadineyad, con lo que éramos pocos y parió la abuela. El presidente ruso, Medvédev, tampoco estaba nada contento con el escudo de la OTAN y desplegó el suyo propio. Amén de proferir más amenazas.
En resumen, mejor no agitar todos los ingredientes no sea que nos explote el cóctel en las manos.
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