miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿Quién la tiene más grande?

¿Qué pasa cuando juntamos el islamismo radical con el imperialismo, amigos del tamaño del primo de Zumosol y le añadimos armas capaces de matar de una sentada a cientos de miles de personas? Eso es lo que me preguntaba yo cuando leía las siguiente declaraciones del ministro de defensa iraní:
El Irán islámico es muy fuerte en este momento y está preparado para mostrar a EEUU lo que significa una auténtica guerra, si lleva a cabo un acto de locura contra Irán.[...]
Los que amenazan a la nación iraní deben decidir hasta que punto están dispuestos a sacrificarse y cuántos de ellos están dispuestos a morir. También deben saber por cuánto tiempo podrían soportar una guerra y en qué medida tolerarían ver hundirse a sus buques de guerra y tener claro como se van a proteger de los golpes destructivos y poderosos de los misiles y cohetes de Irán.
Todo comenzó hace unos días cuando EEUU, Canadá, y Reino Unido impusieron sanciones económicas a Irán debido a su programa nuclear. Éste, a su vez, respondió con más amenazas asegurando que cortaría uno de los principales pasos de petróleo a occidente.

Por otro lado está la disputa con Israel, poseedor de bichos atómicos y archienemigo de los iraníes. Netanyahu está dispuesto a ir a la guerra, con o sin su aliado EEUU, con tal de frenar el avance armamentístico de Irán.

A este panorama hay que sumarle la creciente tensión con Reino Unido debido al asalto de la embajada británica en Teherán, por lo que no se mostraría reacio a ayudar a los estadounidenses en caso de conflicto.

Pero no acaba así la cosa. Ahmadineyad, presidente iraní, está molesto debido al escudo antimisiles que la OTAN está montando, y del que España forma parte, ya que piensa que está al servicio de Israel y amenaza con destruir uno de los radares en Turquía.

Además, se da la situación de que Rusia es aliada de Ahmadineyad, con lo que éramos pocos y parió la abuela. El presidente ruso, Medvédev, tampoco estaba nada contento con el escudo de la OTAN y desplegó el suyo propio. Amén de proferir más amenazas.

En resumen, mejor no agitar todos los ingredientes no sea que nos explote el cóctel en las manos.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Entre tapas blandas

Uno de los problemas que tengo con la lectura es que olvido lo que leo. Sé la sensación que me ha dejado un libro, si me ha gustado o no y de qué trataba, pero mi mente deja en el limbo buena parte del contenido. Por lo tanto, he decidido dejar por escrito las reseñas de los libros que me vaya leyendo para no tirar a la basura las horas que paso entre sus páginas.

Voy a empezar con Nothing to envy, de Barbara demick; pese que hace ya algún tiempo que lo acabé y se vaya difuminando en mi memoria...

Desde que vi un documental sobre Corea del Norte comencé a interesarme por este hermético y trasnochado país.

Parece un libro de ficción pero, lamentablemente, no lo es. Nothing to envy es un libro sobre un país inmutable en el tiempo. Kinm Jong Il, máximo dirigente de Corea del norte, ya que el título de presidente lo ostenta su difunto padre, mantiene a su pueblo bajo una hambruna y pobreza extrema. Cerca de la mitad de los niños menores de 7 años sufren de malnutrición, mientras su gobierno destina el 25% del PIB al ejército (el mayor porcentaje del mundo).
By 1998, an estimated 600,000 to 2 million North Koreans has died as a result of the famine, as much as 10 percent of the population. In Chongjin, where food supplies were cut off earlier than the rest of North Korea, the toll might have been as high as 20 percent. Exact figures would be nearly impossible to tally since North Korean hospitals could not report starvation as a cause of death.
Si hablamos de Corea del Norte no podemos evitar hablar de derechos humanos, o más bien de la carencia de ellos. Un país donde ejercer la libertad de expresión puede llevarte a un campo de trabajo e, incluso, costarte la vida. Para evitar desertores, desde pequeños, los niños son debidamente educados inculcándoles el amor al Querido líder y el odio a los sucios capitalistas americanos.
It was especially taboo to talk about the Korean War and who started it. In the official histories (and there was nothing but official history in North Korea), it was the South Korean Army that invaded, acting on orders from the Americans, not the North Korean Army storming across the 38th parallel.
Es un libro duro de leer. Página tras página te preguntas cómo puede existir un país tan aislado del mundo. Las noticias son manipuladas por el partido, las televisiones y radios no pueden recibir señales extranjeras, internet está filtrado (para los pocos privilegiados del partido que pueden acceder a él) y, en general, cualquier contacto o salida al exterior está prohibida. Un norcoreano, pues, se habitúa a vivir entre cadáveres esqueléticos, a comer sopa de hierbas y raíces, a soportar el frío invierno coreano sin la ropa apropiada, a la carencia de ayuda médica y, en definitiva, a subsistir sin la mayoría de los avances actuales que, en la vecina Corea del sur, están a la orden del día. La negrita es mía:
Dr. Kim, one of the defectors who crossed the border with china, headed to farmhouses. Inside, on the ground, she saw a small metal bowl with food. She looked closer—it was rice, white rice, mixed with scraps of meat. Dr. Kim couldn’t remember the last time she’d seen a bowl of pure white rice. What was a bowl of rice doing there, just sitting out on the ground? She figured it out just before she heard the dog’s bark. 
Up until that moment, a part of her had hoped that China would be just as poor as North Korea. She still wanted to believe that her country was the best place in the world. But now she couldn’t deny what was staring her plainly in the face: dogs in China ate better than doctors in North Korea.
Nothing to envy te sorprenderá, te horrorizará y te cabreará, pero no por ello deja de ser un libro imprescindible para conocer uno de los países más incomunicados del mundo. Llega a impactar las extremas similitudes con el gran libro de Orwell 1984.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Neardentalus economicus

Pasaba ayer por Madrid Juergen B. Dongen, presidente del Consejo Alemán de Expertos Económicos, y ha aportado su receta para que el nuevo gobierno lidie con la crisis:
El presidente electo debe presentar un plan de saneamiento de las finanzas públicas a varios años, detallando dónde recortará el gasto y poniendo el foco de los ingresos en la subida del IVA, “que no grava la inversión empresarial”. Además, debe reestructurar el sistema financiero creando un banco malo, explicando que serán los contribuyentes quienes tengan que pagarlo. Finalmente, ha de crear ministerio de Economía y Trabajo para gestionar una reforma laboral en profundidad, advirtiendo a los sindicatos que le traerán al fresco sus pataleos.
Lo que viene a decir: vuelta a subir el IVA, echarnos al hombro los activos tóxicos de los bancos y recorte de derechos laborales. Y, como a todo lo que nos llega desde Alemania, temo que a estas sugerencias les contestemos como a las demás, con un sí buana. Si a esto le sumamos los recortes en educación, sanidad, supresión de la ley de dependencia y demás tijeretazos que presumiblemente va a adoptar Rajoy sólo puedo decir ¡tonto el último!".

Yo, por mi parte, confío más en otras medidas.

viernes, 25 de noviembre de 2011

De pavos y banqueros

Si ayer era Obama quien, como todos los años, indultaba a dos pavos de ser comidos en el día de Acción de Gracias, hoy es el gobierno quien hace lo propio pero con un banquero.

La cosa está tal que así: hace 16 años Alfredo Sáenz, consejero delegado del Banco Santander, fue condenado a tres meses de prisión e inhabilitación para trabajar en la banca por inventarse una denuncia con la que pensaba hacerse con unos 600 millones de pesetas, nada.... Pues bien, hoy el Consejo de Ministros decide que le conmuta la pena por una multa de 144.000 euros (cuando este señor cobra unos 9 millones al año).


No termino de entender como en una democracia actual la separación de poderes, en la práctica, se inclumple en casos tan flagrantes como éste. Un gobierno que, a pesar de la condena de un juez, decide realizar un indulto sin dar ninguna explicación.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Cortando la cinta

Estrenando blog, otra vez....  Esta vez prometo escribir todos los días más amenudo. ¿Los temas? Ya se irán viendo. Mientras tanto, bienvenido!